La Sinfonía de la Sirena | El Despertar | I

El zorro y la luna

Los ruidos de la noche me tranquilizan, me tumbo en la hierba y escucho; los ruidos me llaman. Miles de demonios cantan un himno al cielo ensombrecido y a la brillante luna, pues luz y oscuridad guardan un romance, somos testigos de sus caricias. Bailan en una marcha lenta, sus pasos son apenas sensibles al ojo de aquellos que, siendo amantes de la noche, se han detenido a mirarle; nocturnas bestias que en la oscuridad se enredan y con las sombras se mueven. Escuchando el vals de la luna, interpretado por las voces e instrumentos de los hijos de la noche, surge en mí el deseo de fundirme en este encuentro, pues ya luz y oscuridad son una sola. Soy testigo, me recuesto, escucho y admiro.

El viento me acaricia; sueño, corro por la pradera tan rápido como un alma libre. Al igual que una serpiente, muerde en mis adentros un siniestro golpe de adrenalina. Mi espíritu, antes en calma, se desborda de inquietud sin interrumpir mi paso. El tiempo se paraliza. Alguien me observa, me estudia desde la lejanía escondido entre la maleza. Jamás me había enfrentado a bestia tan letal, me convierto en la presa de un cazador que el mismo infierno escupió. ¿Por qué?, ¿qué es lo que quiere de mí? ¿Qué busca?
Algo penetró mi frente, no pude anticipar su llegada. Detenerme fue imposible, la muerte llegó con el crujido de mi cráneo, mientras la inercia me llevó a la tierra. Sangrando, tirado en el suelo, todo comienza a desvanecerse. Algo se acerca a lamer mi herida, alcanzo a sentir su lengua bebiendo de ella. Con sus colmillos me sujeta por el cuello y me lleva a donde su amo. Me desvanezco, me voy; el miedo que sentí al encarar el final se ha ido por completo y la libertad que experimento ahora no tiene comparación. Me voy, me olvido de este mundo. Sólo queda el dulce dolor que provoca el último aliento, un dolor que culmina con una explosión de placer y tranquilidad; semejante a un orgasmo inducido por el ser amado. Como si una gran espera terminara, dichoso me fundo con la existencia.

El sol me da en el rostro, me despierta; la noche ha terminado. Nada puedo recordar. Por alguna razón desconocida soy feliz, soy el ser más próspero en este bosque. Esta felicidad me hace correr sin dirección, sin destino fijo. Así, sin más, comienzo mi viaje hacia la dicha infinita, el gran viaje que estoy destinado a recorrer, como todo ser vivo en el universo. Llego a la pradera sin advertir la presencia del enemigo: un humano y su perro me observan cobijados por la maleza, esperando el momento perfecto para darme muerte; mi felicidad me ciega y no me permite darme cuenta de esto sino hasta que ya es demasiado tarde.

Ahora soy parte de la existencia inerte, mi piel adorna una pared en la casa de mi asesino y mis restos se pudren entre sus desperdicios. Mi cuerpo, sólo polvo, es ahora realmente uno con la creación, uno con el todo; pues se funde lentamente con él. No obstante, mi ser es ya uno con El Dios, soy el ser más próspero del universo… pero, ¿por cuánto tiempo?


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Anónimo dijo...
26 de enero de 2008, 19:01
Bastante bueno, espero sigas compartiendo tu talento...
te deseo lo mejor =)
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Ohhh!!!
Esta padrizimo! en verdad tienez mucho talento... Debe ser interesante conversar contigo sobre esto, aunque los demas digan lo que digan, en verdad me agrada muxo esta entrada, me gusto mas que las anteriores... amm y que musica pusiste en el fondo??? esta muy xida...
amm bueno me retiro y pues entrare mas seguido haber que nuevos frutos de tu arte me encuentro...

ciao niño!
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Muchas gracias, me agrada oir eso, la pista de fondo se llama "the promise" de un grupo llamado "piano" (¿?), la saque de el cd1 de la coleccion de "Lo mejor de la musica de los dioses" .
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Amm amigo en realidad no lo oiste, lo leiste... bueno para el caso es iwal
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Nuevo lector!
En primer lugar déjame decirte que la imagen del árbol me encanta, al igual que la imagen de este episodio (soy muy visual y me encanta lo que veo en tu blog).
Y la historia, bueno, apenas la voy empezando y no le he entendido muy bien (lo que si entendí es que un condenado cazador mato a un animal ¡muerte al cazador!... no hagas caso de mis desvaríos ¬¬). Pero me ha gustado la forma de narrarlo, desde la perspectiva del animal (era un zorro?).
En pocas palabras... ¡Me gusto!
Voy directo al siguiente episodio :)
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Gracias por tu lectura Gerardo, bienvenido. Efectivamente, era un zorro. Varios episodios los narro desde la perspectiva de sus protagonistas animales, es la colección que etiqueto como "Arca de Memorias". Saludos, espero tus próximas visitas.
PD: Este episodio se relaciona con el más reciente (XI - El despertar) pero si te ha interaso leer todo, mejor sigue la continuidad de los números romanos. Descubrirás al guardián Rojo.
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Me gusta muchooooo!! muy bueno :)
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eh aquí mas de 10 años de la publicación me encuentro aquí, te agradezco aberlo mencionado en viernes furry, de lo contrario nunca te abría encontrado, soy nuevo en el fandom y no me importa recibir respuesta, me alegra haber comentado
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