Es cerca de la una de la mañana y no puedo conciliar el sueño, hay un par de pendientes en mi cabeza dando vueltas. Ser estudiante de ingeniería, trabajar medio tiempo y encima de todo tener un proyecto personal de índole artística, mantiene los dos hemisferios de mi cerebro activos de forma constante. Se dice que el cuerpo calloso mucho más grueso de las mujeres les permite moverse con mayor facilidad de un hemisferio a otro, independientemente de si es o no cierto, yo no puedo disponer de esa ventaja nata. Con el mucho o poco esfuerzo que representa, para mí es como una doctrina; el movimiento entre dos planos distintos, el abstracto y el racional, y su conjunción y matrimonio en la gran obra de mi vida. Dios concibió al universo de esta forma, en él hay ciencia y arte: este es el modo en que los grandes construyen, así los gigantes fundaron la tierra. Por eso no me detengo, aunque a veces el tiempo apremie.
Con los retrasos de unos días sucedidos en las últimas actualizaciones se me ha ido como el agua una semana entera, y aunque tenía planeada esta entrada especial, parece remplazar el lugar que le correspondía a otra cosa. El episodio XXII – El diablo queda programado para el próximo fin de semana, hoy tengo nuevos bosquejos y definiciones de personajes.
Peter Mason
Edad – 15 años
Nació en Grayhills y ahí ha vivido todo el tiempo. Su padre es meteorólogo, de los que trabajan en laboratorio, no de los que salen en televisión. El trabajo de su padre lo ha inspirado desde niño, le gusta tanto que sueña con tener la misma carrera.
Es un muchacho simple, con pocos amigos, pero noble y dispuesto a darlo todo para ayudar a un camarada en apuros. Criado en una cuna de valores, bajo un matrimonio feliz y funcional, rara vez muestra actitudes negativas. Evita causar problemas, pero cuando los tiene, responde siempre de la mejor manera y con responsabilidad.
Gregory Greene
Edad – 48 años
Es un comisario al borde de la jubilación. Siempre ha desempeñado su trabajo de forma responsable y se le respeta por ello. Él, junto con un par de alguaciles, hace la guardia en el pequeño poblado de Deepwood; dado que ahí a lo sumo hay una treintena de casas, el sistema judicial no le autoriza más personal. En situaciones graves tiene el apoyo del distrito 23, que comprende una docena de poblados circundantes a Grayhills (siendo Deepwood, casualmente, el número 12); aunque no suele suceder, la gente bajo su cuidado es difícil de tratar cuando está molesta.
Es un ávido lector y un policía muy culto, tiene firmes convicciones y una moral implacable. Le cansan las supersticiones de su pueblo y lamenta mucho la profanación del estado salvaje de aquellas tierras.
Familia Leafbrown (Retrato Familiar)
Encabezados por Daniel Leafbrown, abogado por tradición y dueño de un bufete jurídico, y Edelmira Gardner, ama de casa. Vivieron en la ciudad de Esperanza hasta la muerte del señor Leafbrown, víctima de un accidente automovilístico. Debido a un turbio movimiento llevado a cabo por los hermanos y parientes de Daniel, Edelmira y sus hijas tuvieron que buscar sustento por su propia cuenta.
Las razones por las que Edelmira no simpatiza con la familia de su esposo tienen raíces en el comienzo de su matrimonio. Iniciaron como una pareja en unión libre, él concluía su carrera y ella gestaba en su vientre a su primera hija. Daniel era posesivo y orgulloso, pero en el fondo amaba a Edelmira; no quiso perderla y la convenció de permanecer a su lado a pesar de las circunstancias. Ella no podía hacer más, no pudo ingresar a la universidad y aquel embarazo no planeado arruinaba sus oportunidades futuras. Daniel se hizo cargo de Edelmira y de su primogénita, aunque no fuera su sangre. Sara, la niña en cuestión, tenía casi tres años cuando su madre contrajo matrimonio con el señor Leafbrown; ya entonces Marlene se formaba en el vientre de Edelmira.
Aunque al principio Daniel había perdonado a su pareja por aquella aventura durante su noviazgo, se había dejado una espina en la consciencia. Una herida que el prejuicio y las injurias de sus familiares fueron infectando. Lo que pudo ser un matrimonio feliz, se fue opacando con el tiempo, y durante sus últimos años se volvió un tormento. Resignada, la Señora de Leafbrown se quedó bajo el cobijo de aquel nombre hasta el último minuto. Los primeros años mostraban un panorama prometedor, ella atesoraba el recuerdo incierto de ese mundo que pudo ser suyo y que perdió, recordándolo con nostalgia aún después de la muerte de Daniel.
Así fueron retratados, escogieron un tema del catálogo que tenía el estudio y le pusieron una fecha. Marlene cumplía seis meses aquel mismo día. El retrato inspiraría en ella, años después, una afición hacia el estilo oriental, que después de su reciente apego al océano, era de sus pasiones más intensas.
Esas son las descripciones que puedo dar por ahora. Resumen lo conocido de los personajes según los episodios ya publicados y adelantan algunos detalles relacionados con episodios futuros.
Ya hemos pasado el punto sin retorno de esta primera parte, han sido varios meses desde que reinicie la publicación de esta historia y estoy muy agradecido con todos mis seguidores y lectores casuales. Su opinión es de mucha utilidad, si algo en la historia o en mi redacción les choca, los exhorto a que me critiquen, es la única forma en que puedo mejorar. Los espero el próximo domingo.
Actualización 02/05/2012
Por diversas razónes que explico en un post especial, el episodio prometido no se publicó, teniendo el infame record de ser el episodio más retrasado desde que se reinició el funcionamiento del blog. Más explicación en la siguiente entrada.
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